"Mi Nicaragua"

Managua, Nicaragua 30 de mayo 2018

Como ya es del conocimiento internacional Nicaragua está atravesando una de las peores crisis socio político de las últimas décadas, tristemente ha vuelto a “rugir la voz del cañon” para arrebatar la vida muchas personas y enlutar a toda una nación.

Esta situación ha afectado gravemente no sólo a un sector de Nicaragüenses sino a todos incluyendonos también a nosotros, hace unas semanas atrás mi hija y Yo nos dirigimos a la iglesia para realizar un servicio de oración, mi esposa se reuniría con nosotros luego que ella saliera de su trabajo.
Cuando llegamos al lugar no abrí las puertas al observar una gran multitud de personas encapuchadas en una actitud vandálica, quemando y destruyendo la propiedad privada y estatal, haciendo barricadas y disturbios en todo el sector.

En ese momento sentí temor por la vida de mi hija y la mía, intenté irme del lugar pero recordé que mi esposa vendría a este mismo sector, me comunique vía celular con ella y me dijo que estaba a 1 km del local de la iglesia y que no podía pasar porque las turbas estaban incendiando carretones de madera y llantas viejas de vehículos, tirando bombas de morteros y más.
Sentí el deber de ir a buscarla pero también necesitaba proteger a mi pequeña Alexandra.
Un sobrino mío estaba pasando por el lugar le pedí que me cuidara a mi hija porque Yo tenía que ir a buscar a mi esposa. El se resguardo con mi hija en la casa de unos vecinos, y con lágrimas en mis ojos deje a mi niña en ese lugar, aunque con el corazón fortalecido departe de Dios para ir por mi esposa.
Camine en medio de las turbas encapuchadas pidiendo a Dios que no me alcanzará una bala, que pudiéramos salir de esa situación y que guardará a mi hija.

Tenía que pasar por un pequeño puente peatonal y sentí temor al ver un grupo como de 8 personas que estaban exactamente en ese puente con sus armas y de forma intimidante.
Cuando pase en medio de ellos mi corazón  latía tan fuerte que pensé que se me iba salir del pecho, de repente detrás de ese rostro cubierto por esa capucha salió una voz que me dijo “con cuidado pastor” era un joven alto y delgado, al que le contesté “Dios te bendiga hijo”
Seguido de eso pasé el puente llegué donde estaba refugiada mi esposa, nos abrazamos y tomamos fuerzas para regresarnos por el mismo camino por donde Yo había pasado.
Caminando a paso rápido mi esposa se quebranto y su llanto fue notorio para mi y ella me dijo tanta gente aquí en las calles que necesitan a Jesús en su corazón. Sentí el camino más largo de regreso, estaba desesperado por encontrar a nuestra hija con bien y gracias a Dios así fue.
Un par de horas después vimos en las noticias que en este lugar por donde pasamos habían asesinadas varias personas, habían incendiado un edificio estatal. Dios nos cuido.

Debido a todo lo acontecido nuestras reuniones han sido interrumpidas, las personas tienen pánico de salir de sus casas, salen estrictamente lo necesario.
Por nuestra parte estamos visitando y orando en las casas de algunos hermanos en horas y sectores menos peligrosos.

Pido sus oraciones por nuestra amada patria Nicaragua 🇳🇮. No más muerte ni dolor. QUEREMOS LA PAZ